Addressing Intersecting Crises: Climate, Housing, and Compounding Health Vulnerabilities for Senior Tenants (HEAT) (NFRF Project, 2024-2027).

Resumen

Resumen

En las ciudades de todo el mundo, los impactos desiguales de los eventos extremos inducidos por el cambio climático, como las olas de calor y los incendios forestales, se sienten agudamente en espacios interiores. La investigación sobre la calidad del ambiente interior está surgiendo, pero a menudo pasa por alto los determinantes sociales, políticos y legales del entorno y la salud. Un importante codeterminante de la salud es la vivienda. En muchas ciudades, la vivienda es cada vez más inasequible e inadecuada para el cambio climático. Los inquilinos sacrifican la seguridad por la asequibilidad porque los edificios menos preparados para el cambio climático suelen ser los más asequibles. Los inquilinos tienen poco control sobre sus unidades y no pueden acceder fácilmente a las medidas de adaptación. Los inquilinos mayores de bajos ingresos, discapacitados y/o racializados son particularmente vulnerables, lo que agrava su respuesta fisiológica comprometida a las amenazas ambientales. Los gobiernos han introducido programas para aumentar el acceso a la refrigeración (por ejemplo, modernizaciones, acondicionadores de aire gratuitos). Pero si no van acompañadas de protecciones adecuadas para los inquilinos, estas iniciativas podrían provocar desplazamientos o aumentos de los alquileres, lo que significa que los esfuerzos de adaptación y mitigación podrían crear resultados negativos e inequitativos no deseados para la salud y los niveles de vida.

Combinamos estratégicamente los conocimientos de la salud ambiental y la justicia climática para estudiar los entornos interiores de los hogares de los inquilinos mayores y fomentar una acción climática equitativa. Esto requiere investigación interdisciplinaria y transectorial para medir y crear umbrales habitables, crear prototipos de intervenciones basadas en la justicia, monitorear las implicaciones de las nuevas políticas climáticas en la vivienda y apoyar las medidas de resiliencia climática basadas en la comunidad. En Barcelona, Nueva York y Vancouver, tres grandes centros urbanos costeros que se enfrentan a las crisis interseccionales del clima y la vivienda, se llevarana cabo cuatro iniciativas:

a) medir la calidad del ambiente interior y su impacto en la salud;

b) implementar y evaluar salas comunes «climáticamente seguras» en los edificios; 

c) monitorear los resultados no deseados de las políticas de adaptación y mitigación del cambio climático en materia de arrendamiento; 

d) identificar los mecanismos que pueden conducir a aumentos de alquiler o desplazamientos relacionados con el clima.

En concreto, nosotros (a través de ISGlobal) colideramos el centro de estudio de Barcelona. En conjunto, estas iniciativas proporcionan datos ambientales, sociales y de salud para 1) informar el discurso público que impulsa los esfuerzos de adaptación y mitigación sin desplazar o desempoderar a los inquilinos mayores, y 2) salvaguardar el derecho a una vivienda segura y de alta calidad en el contexto del cambio climático, especialmente para aquellos que enfrentan injusticias ambientales y sociales..

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